13/10/14

En la barra del crucero no quiero ser así

- No sé qué es, pero siento que tengo el corazón duro cuando empiezo a decirle que no a las personas. Pero cuando les digo que sí, llega un momento en el que les tengo que decir que no, y no sé cuál es peor... porque decirles que no después de tanto tiempo que les dije sí tal vez los haga sentir terrible, pero decirles que no tantas veces seguidas desde el principio me hace sentir culpable.
Enti iba y venía entre copas, pero con una sonrisa dispuesta y las antenas paradas me escuchaba.
- Creo que te hacés mucho problema, Hans...
- No, Enti -me daba algo de impotencia no poder explicarme bien, así que comencé a gesticular con las manos-, es que yo no puedo ignorar a la gente mientras pico hielo como vos, y mentirles que todas las noches estoy ocupado. Me cuesta mucho.
- ¡Yo estoy ocupado todas las noches en serio!
Me desparramé sobre la barra, no me sentía entendido.
- Claro, ¿ves? Tenés una ventaja...
- Lo que quiero decir es que igual podrías ignorarlos, tampoco es un maltrato decir no. A veces hasta es más respetuoso ignorar que ilusionar.
- Pero se me achica el corazón, Enti...

8/10/14

Me tendría que bañar, pero prefiero comer manzana

KANSAS - Yo creo, y esta es una de mis teorías más profundas, que las personas sólo son verdaderas cuando están en el baño.
JASPARD - ¿Por los espejos?
KANSAS - No tan así, sino también serías verdadero en otras partes de la casa. El baño en particular porque la sinceridad sale cuando estamos sentados en el inodoro, esperando, ¿no te parece?
JASPARD - Deberías explicarme un poco más para que pueda decirte qué me parece.
KANSAS -  Bueno, digo: ahí sentados, mientras esperamos, ¿no sentimos con sinceridad? ¿No se nos vienen las cosas realmente importantes a la cabeza? A mi me pasa eso, aunque todavía no me animé a encuestar sobre esto a las personas. Es como la sala de espera de la nada, no tenemos expectativas sobre lo que fuimos a hacer ahí, sólo estamos. Queremos mirar algo, hacer algo, y entonces salta el disparador para que lo verdaderamente importante salga a la luz.
JASPARD - Lo verdaderamente importante...
KANSAS - Sí, irónicamente, lo más importante de nuestra mente y lo menos importante de nuestro cuerpo son canalizados en el mismo lugar: el inodoro. En la ducha la dinámica es parecida, nos limpiamos de los restos del día, al mismo tiempo que lo revivimos en nuestra cabeza. Conversamos con nuestro día en la ducha, idealizamos lo que no fue perfecto y desidealizamos lo perfecto.